No soy ni el primero ni mucho menos el último en criticar o tener algo en contra del presidente del FC Barcelona: Joan Laporta.
Si bien se han hecho ya varios intentos para bajarlo de su puesto, no me entra a la mente cómo todavía no se dan cuenta mucho que el Club Culé está dividido en dos.
Antes, eran dos los bandos que existían dentro del FC Barcelona, los que apoyaban a Rijkaard y los que no. Ahora son aquellos que apoyan a Laporta... y los que están en su contra (que son la gran mayoría, matemáticamente hablando).
Veamos las razones por las que en gran parte odio a Joan Laporta.
1) Desde que asumió el cargo de presidente ha mostrado un tremendo interés monetario. Siendo el mayor causante de las giras en América y en Asia durante las temporadas 2004 y 2005 respectivamente. Laporta critica mucho las convocatorias de seleccionados nacionales, ya que cree que estas "dañan" al jugador, causándole lesiones y molestias, poniendo como ejemplo número 1 a Messi. Pero es para mí mucho más dañino organizar giras en las que tomen vuelos prácticamente durante todo un mes. Dejando poco tiempo para descanso, reposo.... promoviendo un club cuya ideología es -o debería ser- mucho más humanitario y no tan lucrativo. Después de todo ese logotipo de UNICEF no está al azar... quiero pensar yo.
2) Sus constantes críticas a la FIFA, a la UEFA, no dudo que tanto Blatter como Platini están cansados de este personaje. Siendo una figura de un club tan grande y atreviéndose a declarar una serie de idioteces habla increíblemente mal del club y el fútbol en general.
3) Hace poco declaró algo que en cierto punto fue la gota que derramó el vaso. "El Madrid no ha ganado dos años consecutivos, nosotros les hemos regalado dos títulos"... causa hasta gracia la respuesta de Ramón Calderón: "Por mí que el Barça nos regale 10 ligas más". Acepto que hace dos años el Barcelona verdaderamente dejo ir el tricampeonato, pero ese tipo de declaraciones denigrantes hacen creer que es un club sin el mínimo interés en crecer.
Espero que la directiva abra los ojos y puedan nuevamente hacer la votación para de una vez por todas elegir a un presidente que vea el beneficio de los jugadores y del club en general, no para satisfacer a tantos y tantos socios que forman parte de una red de intereses que deforman un club cuya misión ha sido modificada por sus participantes durante los últimos años.
